Existe una llama dentro de mi, una que fue encendida sin mi consentimiento mucho antes de lo que hubiera deseado o siquiera imaginado, ese fuego que me consumía por dentro cuando aún no era tiempo de apaciguarlo, la llama que me hizo cometer suficientes errores con tal de sentir ese cálido viento que la exalta o el líquido flamable que la hacia enloquecer y convertir en cenizas todo a su paso, incluso consumirme desde el interior, ahora que te encontré, se ha convertido en fuego que calienta y reconforta, que puede arder con intensidad si sabes cuándo encenderlo, pero que no provocará ningún mal a su paso, está controlado y arde, arde con fuerza, pero no indómita, ahora sabe iluminar calienta el centro de una habitación, puedes acurrucarte junto a él, arderá por siempre si averiguas como alimentarlo y mantenerlo encendido.
Nuestra habitación será la única que arda, se convierta en cenizas y renazca cada día, cada noche, juntos.
Nuestra habitación será la única que arda, se convierta en cenizas y renazca cada día, cada noche, juntos.

No hay comentarios.:
Publicar un comentario