Parecían años intentando extirpar el veneno de una relación amorosa que acabó enferma y triste, después de un largo tiempo intentando sacarlo de mi corazón en repetidas camas sin rumbo alguno, buscando el amor en lugares equivocados, por ahí encontré a alguien que me gustaba y yo le gustaba también, pero nunca ardió la llama demasiado fuerte como para incendiar nuestros corazones.
El llegó a mi como cuando después de una gran tormenta un rio se desborda y arrasa con toda la basura, te deja vacía pero purificada, con escombros pero con la herramienta y el material para edificar un nuevo hogar, uno que no se parezca al anterior, uno nuevo, que resista las tormentas y la corriente.
Aún no sé como se escribirá esta historia, no se si tendrá un final feliz, lo que si sé es que estoy muy ilusionada, he vuelto a sonreír como una idiota con mensajes de texto y llamadas, he vuelto a vibrar con el roce de una caricia y con sus besos, me siento hermosa bajo sus ojos, no es que no me sintiera hermosa antes pero es diferente ahora.
Quiero conocerlo, quiero saber todo de él, que me lea de principio a fin hasta entre lineas, que me inhale y me beba, que se impregne de mi, de mi sonrisa y de mis pupilas, de mi carne que noche a noche clama por él.
Lega el atardecer y pienso que este enamoramiento tan apasionado e intenso va a enloquecerme, que ya no estoy en edad de que alguien haga brincar tanto a mi corazón, creo que saldrá disparado en cualquier momento, en su búsqueda, en su encuentro.
Llega el día y estoy convencida de que habrá que inténtalo cuantas veces sea necesario, porque "para siempre" a veces dura solo un instante y hay que saberlo aprovechar, como cuando disfrutas la intensa chispa de una bengala o el sabor de un helado derritiéndose en el verano.
El sentimiento del amor no es algo que tenga un fin, no hay que dosificarlo, no sirve para nada tenerlo ahí guardado sin dárselo a nadie, no es moneda de cambio ni hay que repartirlo, crece a medida que lo das, no se crea ni se destruye solo se transforma, cambia de depositario y te alimenta a ti entre más se lo das a otro.
Hay que amar cuanto más podamos mientras este instante al que llamamos vida se nos escurre de las manos.
El llegó a mi como cuando después de una gran tormenta un rio se desborda y arrasa con toda la basura, te deja vacía pero purificada, con escombros pero con la herramienta y el material para edificar un nuevo hogar, uno que no se parezca al anterior, uno nuevo, que resista las tormentas y la corriente.
Aún no sé como se escribirá esta historia, no se si tendrá un final feliz, lo que si sé es que estoy muy ilusionada, he vuelto a sonreír como una idiota con mensajes de texto y llamadas, he vuelto a vibrar con el roce de una caricia y con sus besos, me siento hermosa bajo sus ojos, no es que no me sintiera hermosa antes pero es diferente ahora.
Quiero conocerlo, quiero saber todo de él, que me lea de principio a fin hasta entre lineas, que me inhale y me beba, que se impregne de mi, de mi sonrisa y de mis pupilas, de mi carne que noche a noche clama por él.
Lega el atardecer y pienso que este enamoramiento tan apasionado e intenso va a enloquecerme, que ya no estoy en edad de que alguien haga brincar tanto a mi corazón, creo que saldrá disparado en cualquier momento, en su búsqueda, en su encuentro.
Llega el día y estoy convencida de que habrá que inténtalo cuantas veces sea necesario, porque "para siempre" a veces dura solo un instante y hay que saberlo aprovechar, como cuando disfrutas la intensa chispa de una bengala o el sabor de un helado derritiéndose en el verano.
El sentimiento del amor no es algo que tenga un fin, no hay que dosificarlo, no sirve para nada tenerlo ahí guardado sin dárselo a nadie, no es moneda de cambio ni hay que repartirlo, crece a medida que lo das, no se crea ni se destruye solo se transforma, cambia de depositario y te alimenta a ti entre más se lo das a otro.
Hay que amar cuanto más podamos mientras este instante al que llamamos vida se nos escurre de las manos.

P.D. No terminó bien 2021 llevo dos años soltera de nuevo
ResponderBorrar