El me gusta, me gusta mucho, desde que lo conocí, en ese entonces ambos teníamos pareja y conocernos fue intrascendente, algunos meses después solteros ya, propicie un encuentro, no sabia cual seria el resultado pero mis intenciones nunca fueron inocentes.
Fue en un bar, su banda tocaba esa noche, fui sola para no tener que compartir mi atención con nadie mas. Estuvimos juntos buena parte de la noche, platicando y bebiendo, le di mi teléfono pero para ser sincera no creì que me contactaría, al menos no tan pronto y al día siguiente comenzaron los mensajitos.
El me parecía tímido pero me sorprendió un día llegando a mi casa a media noche, después de una presentación, con algunas cervezas encima pero coherente. Lo recibí en las peores fachas, ya estaba acostada, platicamos un buen rato, de mil cosas, me pregunto si podía quedarse a dormir y acepte, hasta ese punto yo no creía que fuera capas de hacer lo que hizo después.
Nos acostamos en el colchón sobre el suelo que era mi cama, yo no creía lo que estaba sucediendo. Me abrazó, nos besamos y sus besos han sido los mejores besos del los últimos tiempos. Hay dos cosas que hace que para mi revelan su verdadero ser, una de ellas cuando toca su guitarra en el escenario y la otra cuando besa. No hay seriedad ni timidez en esos besos, no hay titubeos, tiene algo de temeridad que me encanta.
Ambos estábamos muy seguros en esos momentos de que esto seria algo pasajero, sin compromiso, ni el ni yo queríamos una relación, queríamos desahogarnos de nuestras relaciones pasadas, hablábamos por horas y compartíamos la cama no solo con sexo si no con compañía. me abrazaba por las noches y era casi como si amara de nuevo, imaginaba que así era mientras entrelazábamos los dedos de las manos, nunca se lo dije, no quería asustarlo, yo misma estaba algo asustada de sentir tan pronto eso que estaba sintiendo.
En fin creo que ninguno de los estaba listo para lo que sucedió después, fue rápido, fue intenso y nunca tuvo etiquetas ni dirección.
Y bueno la historia y tal no tiene un final feliz, al menos no aún, nos separamos y regresamos una vez, después otra, parece que esto nunca se va a convertir en una relación formal, tal vez lo estoy poniendo en un pedestal, a las personas como yo no nos gusta aceptar un no por respuesta y yo sigo con el dedo sobre el renglón después de 2 años.
Es difícil aceptar que para amar cada quien tiene sus tiempo y que no podemos obligar a nadie a amarnos por que él puede ser el partido perfecto para mi pero yo no para él.
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