lunes, 25 de junio de 2018

Fuego

Existe una llama dentro de mi, una que fue encendida sin mi consentimiento mucho antes de lo que hubiera deseado o siquiera imaginado, ese fuego que me consumía por dentro cuando aún no era tiempo de apaciguarlo, la llama que me hizo cometer suficientes errores con tal de sentir ese cálido viento que la exalta o el líquido flamable que la hacia enloquecer y convertir en cenizas todo a su paso, incluso consumirme desde el interior, ahora que te encontré, se ha convertido en fuego que calienta y reconforta, que puede arder con intensidad si sabes cuándo encenderlo, pero que no provocará ningún mal a su paso, está controlado y arde, arde con fuerza, pero no indómita, ahora sabe iluminar calienta el centro de una habitación, puedes acurrucarte junto a él, arderá por siempre si averiguas como alimentarlo y mantenerlo encendido.
Nuestra habitación será la única que arda, se convierta en cenizas y renazca cada día, cada noche, juntos.

Guerra civil en las redes sociales

Me considero una entusiasta de las teorías de conspiración, incluso las más ridículas me parecen divertidas en interesantes. Según una de estas teorías existe una élite, un grupo minúsculo de personas en la cúspide del poder desde todas las aristas, que quiere dominar el mundo y ser una especie de #Thanos y eliminar a medio mundo, solo que ellos si escogerán a la mitad menos privilegiada. Dicho grupo controla a los líderes mundiales, a la banca, años medios de comunicación y a los artistas y cantantes para que con ayuda de los medios puedan lavarnos el cerebro y tenernos en una especie de letargo *quejil e incluso influenciar nuestra opinión y personalidad. Su principal objetivo es mantenernos distraídos de lo verdaderamente importante, como que éste grupo está acabando con los recursos del planeta y con el poder adquisitivo de las personas, para poder así exterminarnos de hambre y miseria. Lo haces distrayendo nuestras mentes 24/7 con "noticias" ( falsas o verdaderas) , chismes, videos de gatitos, influencers que en realidad no aportan nada a nuestra vida o dividiendo nuestras filas y poniéndonos a pelear entre nosotros, intuduciendo a la agenda millenials asuntos siempre delicados y controversiales como los derechos de la comunidad LGBT, ateísmo, feminismo, racizmo, clasismo, aborto legal, capitalismo, etc, etc. Las redes sociales se han convertido en un campo de batalla por llegar a la cúspide de la pirámide de la moral de las nuevas generaciones. En las redes sociales los veganos, animalistas, feministas, Provida y demás somos los testigos de Jehová del interne o aún peor porque a los testigos no les abres la puerta y se van ALV a todos los demás los tienes *enchinchando todo el día a toda hora queriendo explicarle la vida a alguien que claramente no lo pidió, estamos quejándonos de todo, victimización, polarizado las ideas de las minorías, radicalizado cada causa, haciéndonos temerosos y predispuestos a discutir con los mismos argumentos que hemos escuchado antes, replicando lo una y otra vez en las redes cada vez más enardecidos creciendo como una bola de nieve de la intolerancia y de no tener madre del siglo XXI. Nos convertimos en los hijos malcriados que nuestros padres nos pedían encarecidamente que no fuéramos, somos arrogantes, impertinentes, groseros, burlones, sarcásticos, o nos tocamos el corazón para ofender a nadie, somos condescendientes, irresponsables con la calidad de la información que compartimos, crédulos, delicados, ofendidos, peleamos y hablamos por minorías a las que no pertenecemos solo para encajar, opinólogos de todo y expertos en nada. Haciendo públicas nuestras vidas privadas damos herramientas al mundo para hacernos daño en dónde más nos duela. Siguiendo una línea de pensamiento guiada por los algoritmos de las redes sociales, que al final me parecen unidireccionales y no nos muestran el amplio espectro de opiniones sensatas que hay por ahí. Todos tenemos una opinión acerca de todo y una postura aunque sea influenciada por quienes nos quieren controlar. Ni todas las mujeres son víctimas, ni todos los negros son buenas personas, ni los que comemos carne somos unos mounstros, ni todos los homosexuales quieren casarse y tener hijos. No todas las mujeres quieren ser madres, abortar o privilegios, ni todos los hombres son violadores, machistas y misóginos, no podemos medir con la misma vara a todas las personas, si difícilmente podemos conocer a una persona cercana a nosotros, con la que convivimos día a día, mucho menos podemos conocer que clase de persona es aquella a la que lo reprenta una de sus mejores fotos, exponiendo sus ideas o las de otro sin ningún filtro. Los dueños de los medios de comunicación y entretenimiento gustan de echar pequeños trozos de carne fresca al tanque de pirañas en el que nos hemos convertido los llamados hijos del internet para tenernos ocupados y no ver qué entre el banco hay un pequeño tiburón creciendo en tamaño y fuerza para comernos muy pronto. Para nada sugiero que piensen que un poco de entretenimiento en nuestras vidas está mal, es solo que debemos tener más fría la cabeza y ser más certeros a la hora de dialogar y crear debate en las redes, hay muchas personas que solo quieren ver arder el mundo. Hay que aceptarnos como somos pero sobretodo aceptemos que hay mucha gente que no piensa como nosotros y no podemos hacerla cambiar, pero lo que nos hace diferentes es lo que nos hace interesantes como sociedad. En un mundo donde lo políticamente correcto nos está asfixiando necesitamos mentes abiertas para reconocer sus aciertos pero también sus errores. Hay muchos imbéciles ahí afuera, sí, no lo puedo negar y pueden estar en los grupos "privilegiados" o en las "minorías reprimidas" y eso no va a cambiar nunca. Hay que abrir más los ojos ante a invasión de los medios electrónicos a nuestras vidas, miremos hacia todas direcciones, hay que ver ambas caras de la moneda o todas las caras de un dado, tal vez así podamos acercarnos un poco más a la verdad.